Tras una clase teórica de la asignatura de TIC, llamó mucho mi atención algo que dijo la profesora María del Mar sobre el importante papel que han jugado las redes sociales en las revoluciones que se han dado en distintos países en la actualidad. Estas herramientas de Internet han sido muy relevantes en la toma de conciencia social y en movilizaciones producidas en todo el mundo.
En España se produjo un caso claro de este aspecto con el famoso movimiento del 15 -M, ahora famoso, pero en sus inicios solo se percataron de su importancia redes sociales y microbloggins, como Twitter, porque los medios de comunicación de masas lo obviaron durante bastantes días, hasta que decidieron hablar sobre el tema al ver que un famosísimo periódico estadounidense, el Washington Post, publicó en primera plana una noticia sobre dicho acontecimiento con el título: “A spring of frustation in Spain”. Twitter, fue un importante medio de comunicación durante esos días que duraron las movilizaciones y todavía es utilizado para transmitir información sobre ese tema a todo aquel que le interese. Se ha convertido en un punto de encuentro y de convocatoria de protestas a favor de este movimiento y de muchos otros parecidos al mismo.
Además de ser importante su función en esta movilización española, Internet, y en particular las redes sociales, han jugado un papel determinante en el derrocamiento de los regímenes de Túnez y Egipto, así como en el resto de revueltas árabes que comenzaron a principios del 2011.
Las revueltas de comienzos de año, acaecidas en Oriente Próximo y el Magreb, denominadas como la Primavera Árabe, han resultado una sorpresa para muchos analistas, sociólogos, ya que aparentemente parece que han surgido de una forma espontánea, sin el liderazgo de organizaciones poderosas ni un movimiento estructurado, y aún así lograron derrocar a los líderes de dos regímenes dictatoriales, Egipto y Túnez, que habían gobernado durante varias décadas, provocando también reformas en otros países.
Los primeros movimientos reivindicativos se dieron en Túnez a partir del acto desesperado de Mohammed Bouazizi, que se quemó a lo bonzo en una plaza pública de su ciudad. La historia se difundió y cuando las protestas comenzaron a repetirse en diferentes lugares, la organización se volcó gradualmente a Internet. Además, la red se convirtió en una forma de conectar con el exterior y de salvar el bloqueo informativo impuesto por el régimen de Ben Ali.
El caso más claro, donde se ve importancia de Internet y de las redes sociales, fue Egipto. Un Estado que vivía una dictadura desde hacía treinta años y cuyo jefe de estado, Mubarak. Tras varias manifestaciones y disturbios se fijó una fecha clave: el martes 25 de enero, que se convertiría en un punto de inflexión. Días antes empezó a funcionar en Twitter el hashtag #25jan, que sirvió para calentar los ánimos y difundir la convocatoria de las protestas, bautizadas como el ‘Día de la Ira’. Desde Facebook también se llamaba a la acción. La página We are all Khaled Said fue uno de los foros donde se centralizó la actividad, pero el mensaje se extendió entre miles de usuarios en una especie de boca a boca a través de Internet.
El 25 de enero acudió una muchedumbre a la Plaza Tahrir de El Cairo y las protestas se reprodujeron en otras ciudades. El gobierno se vio desbordado y bloqueó Twitter y las redes telefónicas móviles, en un movimiento claro que intentaba cortar los canales de comunicación de los manifestantes. Al día siguiente Facebook y otros servicios también fueron censurados.
La situación comenzaba a estar fuera del control de las autoridades egipcias, por lo que el gobierno optó por cortar totalmente Internet, así como las redes telefónicas móviles. Esto pudo convertirse en un nuevo detonante. La gente que sólo estaba en Twitter, en Facebook, escribiendo en blogs o en cualquier otra plataforma ya no tenían otra vía para manifestar su descontento que salir a la calle y así ocurrió.
Poco después, la situación se hizo insostenible y el gobierno egipcio se vio obligado a devolver el acceso a Internet y a las redes de telefonía móvil a la población, aunque la censura a Twitter y otros servicios siguió existiendo, pero aquel proceso de revolución iniciado ya no había modo de pararlo, y culminó finalmente con la salida del poder de Mubarak.
Y como estos dos ejemplos, existen muchísimos más, donde Internet y en especial las redes sociales, han tenido una importancia crucial en el desarrollo de los acontecimientos, en los que su papel ha resultado indispensable y quizá también determinante.
A pesar de lo que mucha gente pensaba, que esos soportes eran solo una distracción, que eran medios dañinos para la gente y que no hacía ningún bien a la sociedad, ha quedado demostrado de sobra que son herramientas muy beneficiosas para las personas, que favorecen y facilitan la comunicación entre la gente de todo el mundo, y en casos concretos como los anteriores, contribuyen a realizar un bien social y ayudan a expresar sentimientos, pensamientos, descontentos y propuestas de mejora para esta sociedad en la que nos desenvolvemos.
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